Los sucedáneos de caracteres y números pueden descubrirse tanto en el mundo natural como el fabricado por el ser humano. La autentica tipografía encontrada reúne objetos que no nacieron con la intención de que fueran caracteres, pero a través de la interpretación individual, una mirada torcida y una adaptación mágica, parecen serlo, y mas cuando estas se apoyan unas de otras para formar un alfabeto.
Algunas letras son mas fáciles de ver, el principal motivo es que la forma de la letra es muy similar al objeto que vemos mientras paseamos por la calle, practicamos deporte, o comemos en un restaurante.
Por ejemplo: Una “A” puede ser el marco de un tejado, la “H” la portería de un campo de Rugby o una “O” el donut que comemos por la mañana.Otras son más retorcidas, aunque con una buena vista y un poco de paciencia podamos dar con ellas. Por ejemplo: Una “J” puede ser el tubo del desagüe con otro tubo anexo o una “M” un columpio visto en diagonal…
A continuación podemos ver varios trabajos de artistas que juegan con el alfabeto de una forma divertida, creativa e ingeniosa:
– El artista mexicano Damián Ortega realizó la instalación ‘Harvest’ (Cosecha) en la galería Gladstone de Nueva York. Consistió en 25 esculturas hechas a partir de varillas de metal torcidas y suspendidas del techo con hilo transparente. Cada sombra que reflejaba cada metal pertenecía a cada letra del alfabeto.
– Alfabeto de ganchos, fue creado en el 2008 mientras Jeffrey Tribe jugaba con ganchos para colgar cuadros.
– Alfabeto con herramientas, fue creado en 1977 por Mervyn Kurlansky. Es un ejemplo de como una observación atenta desembocó en una familia tipográfica compuesta por objetos cotidianos que se pueden encontrar en nuestras casas u oficinas. En la imagen vemos como la “A” es un compás, la “K” un clip de mariposa o la “Z” una navaja multiusos.
El propósito de estos alfabetos es más el de resultar curiosos que el de la funcionalidad. Los diseñadores vemos letras por todas partes. La idea de que éstas puedan ser construidas a partir de objetos es fascinante. Estos ingeniosos objetos naturales o industriales se cuelan en el diseño para jugar con la percepción.
