El alumno de la carrera en Diseño de Producto, Xabier Larrañaga ha sido el ganador del Concurso de Navidad que ha organizado Creanavarra Centro Superior de Diseño para el año 2016. Bajo el lema “Crea tu árbol, crea tu felicidad” ha dado forma a una felicitación navideña llena de magia que se ha convertido en la tarjeta navideña oficial del Centro.
¿Por qué elegiste la figura del abeto?
La razón por la que escogí la figura del árbol de Navidad ha sido principalmente porque es una de las imágenes que suele tenerse en mente a la hora de referirnos a esta época del año. Además, otro de los motivos es que suele ser una de los recursos más utilizados por marcas comerciales.
¿Cuál fue tu fuente de inspiración que te llevó a asociar los colores corporativos de Creanavarra para transmitir el mensaje que plasmas en la felicitación?
Desde el principio tenía en mente el árbol de navidad, con formas más orgánicas diseñadas, pero a la hora de imprimirlo en 3D debido a las normas de impresión que existen, no pude llevarlo a la práctica tal y como quería. Por esa razón, busque formas más simples que me llevaron a la idea final de cubos, y después cree la similitud entre el árbol de Navidad y los colores de Creanavarra.
¿Qué es lo que más te gusta de la carrera en Diseño de Producto que estás realizando en Creanavarra?
Los compañeros de clase y los profesores, que son realmente diseñadores en activo con mucha experiencia en lo que imparten. El equipo docente de Creanavarra nos hacen ver los productos de una forma totalmente diferente a la que teníamos antes de comenzar a estudiar.
¿Cuáles son tus diseñadores de producto favoritos?
Jonathan Ive, Phillippe Starck, Andre Ricard y Ora Ito.
¿Y qué marcas o firmas son las que mejor crees que están funcionando en el mercado por su diseño?
Hoy en día las cosas no solo funcionan por el diseño, tienen que vender algo más: una historia, una experiencia… Somos consumidores mucho más exigentes y demandamos cada vez más a los productos. Hoy en día ya no vale con diseñar pensando en la estética o función del producto, hay que ir un paso más allá y diseñar para el mundo de las sensaciones y experiencias, creando un valor, una relación emocional entre usuario y producto. Un ejemplo puede ser: Apple o Xiaomi.
