Parte del alumnado de Diseño de Moda e Interiores ha visitado hoy las Bodegas de Otazu, una experiencia que ha unido: tradición, arte y cultura. Un recorrido por la historia de Otazu a través de su Bodega y Museo del Señorío, donde los estudiantes han podido ver algunas de las 800 piezas que componen una de las colecciones de arte contemporáneo más grandes de Europa.
Berta Viteria, coordinadora de la Fundación Otazu, ha sido la encargada de acompañar al alumnado de Creanavarra durante todo el recorrido y explicarles la esencia de estas Bodegas. Experiencia que muy pronto tendrá resultados en los diferentes proyectos que van a ir asociados a la identidad de ‘Otazu’ fusionada con el diseño.
La historia del Señorío de Otazu se remonta al siglo XII y hoy sigue más viva que nunca. Historia, arte, vino. Sinónimos diríase de lo que hoy representa la Bodega Otazu. Una tierra fértil que se hace eco de los logros alcanzados por los señores que sucesivamente ocuparon el Palacio Renacentista del siglo XVI y que en 1840, construyeron una antigua bodega al estilo de los chateaux franceses. Nacía así la primera bodega construida en Navarra fuera de una casco urbano y que elaboraba vino de una sola finca.
Arte y arquitectura
Los estudiantes de 2º y 3º de Diseño de Moda y 4º de Diseño de Interiores han podido disfrutar de las muestras de arte contemporáneo de prestigiosos artistas internacionales que se encuentran en Bodegas Otazu. Un recorrido que les ha servido para conocer la historia de Otazu y encontrar fuente de inspiración para sus proyectos como diseñadores.
Una de sus paradas ha sido la conocida como «catedral del vino» un magnífica sala de barricas subterránea referente arquitectónico a nivel internacional. Pasando por el museo que alberga el recuerdo de los primeros cultivos de remolacha o girasol, hasta la actual producción de uva. En este espacio se encuentran numerosos instrumentos bien restaurados, muchos de ellos únicos, material gráfico sobre la historia y vida del Señorío, testimonios históricos del vino como elemento cultural, y por último múltiples exposiciones que tienen como objetivo contextualizar el nuevo proyecto de Otazu dentro de la historia del vino.