El libro de ilustraciones Qué será de mí, creado por Martin Satí, va un paso más allá y su contenido, lejos de ser estático e inamovible, cambia y se transforma conforme pasa el tiempo, haciendo que parte de las ilustraciones muten y desaparezcan.
La publicación se ha impreso a dos tintas de color magenta y una de ellas, volátil, desaparece al cabo de un periodo comprendido entre los dos y los cuatro meses, tras haberla dejado fuera de su su envoltorio. Para ello se imprime primero con la tinta volátil de serigrafía la ilustración que verá el lector y que terminará desapareciendo y después se imprime la segunda ilutración que quedará fija en el libro.
Con este juego, el autor se propone generar un diálogo visual entre dos ilustraciones que están unidas conceptualmente e invitar al espectador a reflexionar sobre el paso del tiempo y su fugacidad.