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Importancia de la tipografía en el diseño gráfico de la mano de Octavio Pardo

 

«Poco o nada se habla de metodología del diseño y en mi opinión cómo hacemos las cosas, tiene tanto o más impacto, en el resultado final que el talento por sí»


“Eres un gran diseñador gráfico pero no tienes ni idea de tipografía” esta frase se quedó grabada en la memoria de Octavio Pardo y cambio su vida. A día de hoy, se encuentra haciendo un doctorado de investigación sobre legibilidad en personas con problemas de visión en la Royal Danish Academy, se graduó en el máster de diseño de tipografías en la Universidad de Reading, sus trabajos han dado la vuelta al mundo y ha podido compartir experiencias con algunos de los mejores tipógrafos internacionales.

El estudio de Octavio Pardo ha sido galardonado recientemente con dos Laus de plata y uno de Bronce


La semana pasada estuvo en Creanavarra acercando el mundo de la tipografía al alumnado de Diseño Gráfico. Mostró al alumnado sus proyectos y la forma de trabajar desde Pamplona a cualquier parte del mundo. ¿La fórmula? No hay una fórmula infalible, pero tampoco una única. Aunque Pardo nos dio varias pinceladas: “tener contactos, tener un buen portfolio y sobre todo estar preparado para asumir trabajo cada vez más exigente. La auto exigencia también es importante, tener tus habilidades en constante evolución, no quedarse sentado y mucha proactividad”.
Nos entrevistamos con él para saber un poco más como se vive la tipografía desde primera persona.
En estos momentos te encuentras inmerso en un Doctorado sobre legibilidad en personas con problemas de visión ¿De qué manera puede ayudar la tipografía en estos tipos de problemas? 
Octavio: algo menos de lo que creemos y más de lo que sabemos. Se ven con cierta regularidad proyectos en prensa de gente que desarrolla tipografías para ayudar a las personas con dislexia, con otros problemas de visión o incluso recientemente… ¡a recordar mejor las cosas! Rara vez tienen solidez científica o estadística. Creo que el área en el que la tipografía puede ser útil es mucho más microestética que macroestética y que puede ser explotada y explorada por diseñadores tipográficos hábiles, no por psicofísicos.
Has trabajado con tipógrafos muy relevantes a nivel internacional ¿Qué se siente al poder compartir vivencias por ejemplo con Tobias Frere-Jones o Leftlof? 
Octavio: lo más importante de todo es aprender sus metodologías y aplicarlas sobre tu propio trabajo. Poco o nada se habla de metodología del diseño y en mi opinión cómo hacemos las cosas tiene tanto o más impacto en el resultado final que el talento perse. Normalmente, las personas que están arriba no son sólo porque hagan las cosas buenas sino también porque las hacen muy bien. Como esa parte casi no se enseña en las escuelas, no hay mejor lugar para aprenderlo que el contacto profesional directo.

Trabajar con Leftloft me permitió lo primero de todo conocer a un grupo humano extraordinario y ver los mecanismos que hacen que un estudio de más de veinte personas funcione y prospere. Trabajar con Tobias me hizo entender donde están los estándares más altos de la industria. También me ahorro un montón de tiempo laboralmente hablando: después de trabajar con él, ya nadie en el sector se cuestiona si estoy capacitado para asumir un proyecto tipográfico.
Fuiste galardonado con dos Laus de plata y uno de Bronce hace poco ¿Qué supone como estudio de Diseño recibir estos galardones?
Octavio: siempre es bonito que te reconozcan tu trabajo pero el tema de los premios es complejo: su utilidad empresarial es cuestionable más allá de un reconocimiento del propio sector. A día de hoy en el estudio afrontamos los premios con muchísimo escepticismo porque no considero que marquen ningún standard profesional y los clientes rara vez te llaman porque hayas ganado una competición de diseño. Dicho esto, en este caso concreto fue muy bonito porque aparte de reconocimiento a mi trabajo, se premió también un proyecto en el que mi socia y pareja, Elena Ramírez, pasó bastante tiempo dandose cabezazos. Que reconozcan fuera lo que yo veo todos los días, que es un talentazo creciente e incontenible, es una alegría inmensa.
¿Qué consejos le darías a un alumno que le gustaría enfocar su trayectoria a la tipografía? 
Octavio: existe un problema gigante con la formación en tipografía. La primera parte de la curva de aprendizaje puede darse autónomamente y de manera muy rápida: conocer el software, mejorar las habilidades de dibujo vectorial y aprender lo más básico sobre las letras. La segunda parte es mucho más compleja, hay muy poco escrito sobre ello y resulta dificilísimo hacerlo sin alguien que te de feedback u orientación sobre tu propio trabajo. Elevar una tipografía de esa primera fase a la segunda depende de matices cruciales pero imprescindibles. Así pues, el mejor consejo que puedo dar es busca un lugar donde te enseñen muy bien. Y después busca un lugar donde te enseñen aún mejor.

¿Existe algún proyecto en el que has trabajado por el que sientas especial predilección? 
La propia construcción del estudio como una entidad específica me parece en sí apasionante. Curiosamente, en el mismo momento en que he dejado de verlo con la perspectiva romántica del estudio de diseño y más con la visión empresarial de que se trata de una empresa de servicios es cuando se ha tornado más interesante. Como mis ritmos son mucho más rápidos que los de una estructura plural, estoy en plena formación de una segunda empresa dedicada a la tipografía, una foundry, que también me da cosquillas en el estomago.

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