El Premio Príncipe de Asturias de la Comunicación y Humanidades 2014 ha recaído en un cómic, Mafalda, bueno, en realidad en Quino o Joaquín Salvador, el dibujante que le ha dado vida desde 1963 hasta 1974.
El jurado ha destacado el valor educativo de estas viñetas, la dimensión universal de este personaje que clamaba por la paz mundial y odiaba la sopa, y por su capacidad de traspasar fronteras geográficas y sociales.
Con este galardón se pone de manifiesto el alcance educativo y social de la ilustración, ya que Quino se ha impuesto sobre una veintena de candidatos como la agencia de fotografía Magnum o el sistema de comunicación Skype.
