Tal día como hoy, un 19 de agosto de 1883, nació Gabrielle Bonheur o más conocida como Coco Chanel en la capital francesa. Gabrielle, perteneciente al seno de una familia humilde, tuvo una infancia complicada que, sin embargo, no asustaron sus sueños. Desde pequeña tenía claro que quería dedicarse al mundo de la moda y pronto comenzó a trabajar en una mercería de Moulins. Esta actividad la compaginaba con actuaciones en el local La Rotonde donde comenzaron a identificarla por el nombre con el que posteriormente sería conocida y recordada: la petite Coco.
En 1914 comenzó a dar pequeños pasos en el mundo de la moda mostrando diseños con los que consiguió un éxito implacable, logrando al poco tiempo abrir en París su primera tienda de moda. Desde entonces, siguió dándose a conocer inaugurando nuevos salones de moda. Su reconocimiento por la sociedad y por los profesionales del diseño de moda fue innegable y a pesar de las idas y venidas de los obligados tiempos de guerra, su esencia intachable y revolucionaria siempre permanecía.
La novedad de las prendas de Coco Chanel supusieron un salto hacia la revolución en el diseño de moda. La idea era desprender a la mujer de los vestidos encorsetados, pudiendo brindar una oportunidad a trajes más ligeros que facilitaran el movimiento. Un ejemplo claro de comodidad y desahogo se dio con la aparición de los pantalones para mujer. El toque de elegancia vino de la mano de la petite robe noire o el famoso traje negro que imperó en la sociedad de entonces y aún hoy en día lo sigue haciendo.
El diseño de moda de Coco Chanel encontró cobijo en muchas áreas, no solo en las prendas de vestir, sino en zapatería, peluquería e incluso perfumería con la magnífica creación de Chanel Nº5 que adquirió fama mundial cuando Marilyn Monroe se convirtió en su imagen. A modo de protesta y rebeldía confeccionó faldas que permitieron dejar al descubierto parte de la pierna femenina e impuso un tipo de peinado de corta melena conocido con el nombre de garçon.
Coco Chanel fue una de las diseñadoras más prestigiosas no solo de su tiempo, sino de los venideros que supo a través del diseño hacer oír su voz que en todo momento dejaba clara su verdadera pasión: “Viste vulgar y solo verán el vestido, viste elegante y verán a la mujer“.