El micromecenazgo ha dejado de ser una opción poco corriente de financiación de proyectos para convertirse en una forma común de aportar capital para que las ideas se materialicen.El diseño también echa mano de las pequeñas donaciones.
He aquí algunos ejemplos de proyectos que, de una manera u otra, tienen que ver con el diseño y han optado por esta fórmula.
Desde la provincia de Cádiz, dos informáticos y un ilustrador quieren lanzar al mercado Ars Universalis, un juego de mesa en el que a través de sencillos micropuzles se representan las obras de destacados artistas y científicos de la Historia. El proyecto, que opta por la autoedición, necesita 6.000 euros para seguir adelante, ha conseguido recabar 2.000 a través de Verkami.
En un mundo globalizado pero también cada vez más segmentado tiene cabida la plataforma de crowdfunding especializada en proyectos de diseño Fromlab. A través de su página web el creador o inventor dispone de 40 días para conseguir financiación y que, por tanto su producto se fabrique. En la plataforma digital se pueden observar proyectos muy interesantes que han conseguido financiación como una lámpara hecha a partir de latas de tomate o un porrón de toda la vida pero renovado.
En el diseño de moda también encontramos plataformas que fomentan la aportación de proyectos creativos financiados a través del crowdfunding. El más representativo es Byco, una web donde el diseñador propone su proyecto, una vez aprobado y recabados los fondos, la prenda se pone a la venta en la web.
¿Te animas a hacer realidad tu idea?
