Las recetas no son sólo letras sobre el papel o una útil guía para saber el tiempo y el condimento exacto, las recetas pueden tener estética, se pueden ilustrar, diseñar e incluso tatuar. Al menos así llegan desde Italia con el proyecto I tradizionali que ofrece una colección de recetas de cocina ilustradas que se pueden tatuar, de forma temporal en el cuerpo.
Esta idea es de las diseñadoras Marina Cinciripini (interiores e industrial) y Sarah Richiuso (ilustradora) que buscaron representar la pasión por la gastronomía a través de la ilustración y el tatuaje.
La singular propuesta de arte culinario, que presentaron al concurso, Lissone Design: Design for food, design to feed, ha ganado el segundo premio en la categoría “Ritual”.