Ander Menaut es profesor de la carrera de Diseño de Producto en Creanavarra Centro Superior de Diseño, donde imparte las asignaturas de Procesos de fabricación, Dibujo Industrial y Lenguajes y Técnicas Digitales. Ander ha cultivado una prolífica trayectoria profesional en el diseño de producto, donde destaca su proyecto premiado en el concurso internacional B-Awards de Bilbao. Cree que para conseguir el éxito dentro de este campo del diseño es importante tener perseverancia, iniciativa y ganas de trabajar duro.
Una vez terminada la carrera con premio en el expediente, ¿cuáles fueron tus siguientes pasos?
El siguiente paso fue buscar un puesto de trabajo como diseñador en diseño y desarrollo de producto. Conseguí una beca para pasar un verano entero diseñando vasos y copas de vidrio para la multinacional Vicrila en Bilbao. Tras pasar este periodo y no encontrar nada decidí empezar como diseñador freelance y, de este modo, estuve más de dos años colaborando con diferentes empresas y estudios de diseño, como es el caso de LarripaStudio. Actualmente trabajo como diseñador industrial en Dynamobel.
Cuando empiezas un proyecto, ¿Cuáles son las fases que más te llenan?
Hay dos fases que me gustan mucho. La fase de investigación antes de empezar a diseñar un producto, estudiar todo lo relacionado directa e indirectamente con el producto y la fase final, la industrialización, es decir, conseguir que el producto que está plasmado sobre un papel sea posible de fabricar y no tenga un coste excesivo para el cliente. Todo un reto.
De los trabajos que has realizado, ¿de cuál te sientes más orgulloso?
Hay dos trabajos de los que estoy orgulloso. El primero es el producto premiado en el B- Awards de 2013, consistía en una luminaria ubicada en las paradas de autobuses que lumínicamente optimizaba la red de transportes de las grandes ciudades. El segundo es el primer producto que, tras diseñarlo llegó a industrializarse. Hoy en día se puede comprar en todos los Leroy Merlin, a nivel nacional e internacional, y en Amazon.
¿Cómo fue tu etapa de Erasmus en Finlandia?
Un choque cultural muy grande, a pesar de ser un país de la Unión Europea es totalmente diferente a lo que nos podemos encontrar aquí. De primeras, son personas muy frías, pero una vez que entablas relación puedes ver como valoran y cuidan su entorno. Tienen un gusto muy exquisito, esto se puede ver plasmado en el diseño nórdico.
En 2013 fuiste galardonado con el premio B- Awards. ¿Qué se siente al ver tu trabajo premiado?
Uno se siente orgulloso de ser galardonado con el premio al mejor diseño de producto vasco 2013. Realmente no esperaba conseguirlo ya que el nivel de los trabajos presentados era muy alto. Este proyecto comencé a trabajarlo en una asignatura de la carrera que, al terminar ese semestre, continué desarrollándolo por mi cuenta. Pasaron casi dos años desde que comencé el proyecto hasta que lo presenté.
¿Qué tal está siendo la experiencia de impartir clases en Creanavarra?
La experiencia está siendo buena y gratificante. Es genial poder transmitir tus conocimientos a los alumnos y ver cómo progresan.
¿Cuáles crees que son, en tu opinión, las características que debe reunir un buen diseñador?
Un diseñador debe tener un conocimiento muy amplio de muchos campos para poder abarcar proyectos totalmente diferentes. A su vez, deben ser creativos para dar soluciones a problemas del día a día. También es importante estar al día de las tendencias, un producto que salió al mercado hace 4 años es difícil que resulte atractivo hoy en día.
¿Qué consejos les darías a los alumnos que quieren llegar tan lejos como tú?
Les diría que sean perseverantes, que crean en ellos mismos y trabajen duro. Una de las cosas que más se valoran en las empresas es el trabajo duro, las ganas resolver grandes retos y tener iniciativa. Estos tres factores son los imprescindibles para todo diseñador.
Pero sobre todo que no tengan miedo al “no” de empresas, estudios, concursos…Si realmente quieren algo, que lo intenten una y otra vez. Al final todo tiene su recompensa.